Sus inicios datan desde 1900 con la llegada de esforzados pioneros en diciembre de 1936. El Ministerio de Tierras y colonización destinó los terrenos para su poblamiento. Las primeras familias llegaron debido al regalo de latifundios para así habitar estas zonas tan lejanas. Herederos de estas familias hoy aún habitan en esta zona. En esos años, al ser una localidad recién en sus inicios, la Estancia Cacique Blanco y la de los Rubio dio trabajo a la mayoría de estos primeros habitantes, y de esta manera permitió que pudiesen permanecer y abastecer sus necesidades. Actualmente esta localidad se revela de una manera aislada. Por su ubicación limítrofe, existe una mezcla de su origen entre lo patagónico oriental y lo chileno popular, influencias que crean una forma distinta de habitar. Si bien la localidad tiene su arraigo, no ha sido expresado con fuerza. Su cultura e identidad se encuentran escondidas en los relatos de la gente, en su forma geográfica y sobre todo en su manera de adecuarse al territorio. Las historias son traspasadas de voz en voz y a través de generaciones.